domingo, 10 de abril de 2011

VIII Jornadas de Rol y Estrategia de Sevilla (O desmadre a la sevillana) 1 de Abril

 Saludos ciudadano, hoy es un nuevo ciclodia en el sector Alfa, son las 05:00 am, después de ingerir su nutridesayuno recién recolectado de las cubas de procesamiento por los alegres infrarrojos del sector Khola-Kaho, diríjase a la oficina del supervisor Ferna-n-doh3 en el sector Doa para su nueva misión como esclarecedor. Y sonría, un ciudadano feliz, hace feliz al ordenador… Una carita triste= zap zap zap.

Que mal me sienta madrugar, acostumbrado a trabajar tardes y noches o mas bien noches y alguna tarde, eso de levantarse temprano no va conmigo, pero a si son las cosas, es la primera vez que cojo un avión y aunque nací y me crie en la capital del Turia, para algunas cosas soy mas de pueblo que las bellotas, que yo voy al Corte Ingles de Madrid, y le saco fotos, porque lo que venden allí es mejor que en el de mi tierra, pues eso, que a las 06:00 am, estaba yo en el aeropuerto de Manises (Valencia), mas perdido que un hijo-puta el día de del padre, para postres, el billete de avión con Ryanair, con lo cual, a simple vista, ningún indicador de la compañía, total que como gilipollas que soy, veo una cola y me pongo en ella, paso por los arcos de seguridad y los controles sin problemas y llego a la puerta de embarque con destino a Sevilla, con mi maleta y mi equipaje de mano, saliendo el avión de allí a las 08:00 am, de Ryanair no estaba ni el tato, empiezo a preguntar a las personas que estaban por allí, que por supuesto iban a otro destino, como funciona el tema. De entre todas las personas que había, por fin halle a alguien que si había facturado una maleta y que amablemente me indico que tenía que salir (si me dejaban) por la cola de los detectores y donde Almanzor perdió el tambor estaba la señorita encargada de facturar las maletas. De vuelta a los detectores, resulta que ahora, si me detectan la hebilla del cinturón, 1minuto de estriptis mas tarde, con la maleta facturada, mi equipaje de mano revisado y el cinturón en su sitio, me queda todavía mas de una hora de espera hasta que salga mi avión, no pasa nada, saco mi notebook y me pongo a ver una película mientras espero. (Nota mental, para la próxima aprender a leer los labios o mejor coger unos cascos) Se va haciendo la hora, se nota entre otras cosas por la afluencia de gente, recojo mis cosas y me pongo a hacer cola, yo contento por haber sido previsor y medido y pesado mi equipaje de mano, medidas Ryanair, 55x20x40 y 10kg máximo. Método de comprobación, una carretilla con las medidas en la que introduces tu equipaje, si cabe pasas, si no… negocio 35€ y te lo embarcan, en mi caso, cara de gilipollas al pensar en que con la maleta que había facturado y que cumplía las medidas podría haber metido todo lo que llevaba porque no te la pesan y me habría ahorrado 30€, pero como dicen en mi tierra, para aprender perder. Ahora ya, ¡Por fin! Nos dirigen hacia el avión. Yo con la banda sonora de elegidos para la gloria en la mente, deslizándome por la pista de aterrizaje.


Subo al avión, Ignorancia y miedo, miedo e ignorancia, el ordenador es tu amigo, se cierran las puertas, abróchense el cinturón, yo tenso el mio un agujero mas, se pone en marcha, nervios, empieza a coger velocidad, nervios, y, y ¿Y esto es todo? ¿No pasamos a hiper espacio? ¿Ni siquiera viajamos a velocidad absurda? ¿Y las turbulencias, los pilotos drogados con la comida, los secuestros, el pasajero 54, las serpientes y la Pataki? 50 minutos mas tarde, después de soportar los intentos de ventas por parte del badulaque Ryanair, llegamos a Sevilla, aterrizaje suave, toque de trompetas, aplausos de los que son mas de pueblo que yo (Días antes había leído que era de paletos aplaudir por llegar antes de la hora prevista, que era mercadotecnia por parte de la compañía, exagerar la duración de los vuelos, para poder decir que se ha llegado antes y somos guays) Bajo del avión, llamada de rigor a la parienta, 10  minutos esperando la maleta, la recojo y salgo sin problemas a la calle, reviso la chuleta y cojo el autobús adecuado a la primera, baja en la estación del  tren a tiempo de ver salir el c2 (mi autobús), desespero un ratito y cojo el siguiente, bajo en el centro activo el modo geek y saco mi GPS con la dirección del hotel y allá voy, maleta en una mano, bandolera al cuello, y el trastito en la otra, y oyes, como si fuera de Sevilla de los de toda la vida me planto en un plisplas en la puerta del hotel, que alegría, que alboroto, otro perrito piloto, pero son las 10:00 am y hasta las 14:00 de habitación nada, pero al menos me dan la clave del WIFI, envío un S.O.S, a la comunidad rolera de NoSoloRol, mas que nada, porque un año de mecenazgo, mas o menos algo hermana, pero que si quieres arroz Catalina, Pedro J hasta la noche no llega Y Sir Ruso, no se entera hasta varias horas mas tarde, como no conozco nada de la city me decido por territorio conocido, el Corte Ingles. 


Que salvo por los trajes de faralaes todos son iguales, tentado estuve de comprar unas torres de Serranos o un Miguelete de recuerdo, que seguro que son mejores que los de Valencia (Ya se sabe, lo de fuera siempre es mejor…) después de 2 horas haciendo el zanguango por las cinco plantas, decido que un día es un día, y que coño, que me doy un homenaje, así que cojo el toro por los cuernos y me marcho al mejor restaurante que conozco en Sevilla por el momento y que antes de entrar al Corte Ingles ya había localizado, y ni corto ni perezoso me meto entre pecho y espalda un menú de triple whopper con coca cola y patatas fritas, que el rolero nunca sabe cuando va a tener oportunidad de volver a llenar el buche. Medio hora mas tarde vuelvo al hotel, albricias, a falta de 30 minutos, puedo ocupar ya mi habitación, despelote, ducha y siesta, el único deporte que aun practico sin dados. Suena la alarma y mas-menos las 16:30 me planto en la alameda de HERCULES (a falta de eco uso mayúsculas) ya huele a rol el aire.


Ecologistas los chicos del dirigible, que reciclan desde hace años las pancartas, para reducir el impacto en el medio ambiente

Primeras impresiones y presentaciones. Entro en el centro cívico, babeando ante la expectativa solo de ver los carteles y banderines de las jornadas y se me quedan mirando las señoritas de seguridad, ante lo cual me presento, se me quedan mirando con cara de tonto hasta que una le dice a la otra, -“Quilla, será esho que etán montando allá afuera”. Acto seguido me endosan un papel de las jornadas y me tiran pa la calle. Allí empiezo a conocer gente de la asociación el dirigible, que se están pegando la currada padre montando el chiringuito en plena “caló”. Me presento a los organizadores, algunos de ellos me preguntan si soy yo el loco que les había hecho algunas preguntillas acerca del clima y sobre hospedaje y  si efectivamente venia de Valencia.

Poco a poco empezaron a llegar mas miembros y colaboradores de las jornadas y fue así como conocí a los tíos de “La marca del Este” y cuando digo tíos es porque al padre lo conocería al día siguiente… Al poco rato ya estaba jugando a la primera parte del Enclave, de la mano de  José Manuel Palacios Rodrigo (Recuerdos a Helena),
disfrutando como el enano con el que jugaba la aventura, como nota curiosa, quería comentar, que pegados a nuestra mesa estaba otro grupo jugando la misma partida, aunque por los alaridos, gritos de dolor y angustia y la cantidad de dados que tiraban, parecía que estaban jugando a otra cosa.






Si mi memoria no me falla, mientras yo jugaba estaban montando su stand los chicos de la asociación juvenil Yggdrasil, una gente muy maja la verdad, todos ellos, del primero al último, que me apadrinaron desde el primer instante, personas que sin conocerme de nada, no dejaron solo en ningún momento durante todas las jornadas, vamos, estar jugando y ponerme un refresco en una mano y un bocata en la otra, vamos, eso no me lo hace ni mi madre.





Fotos de la no cena del viernes 1 de abril


Total que entre unas cosas y otras se hacen más de las 9 y tras recoger los trastos, Holocubiertas e Yggdrasil y yo nos vamos a tomar unas cervecitas y a disfrutar de la fresca después de un día de calor, como nos entro el hambre nos fuimos a probar suerte a un barecito en una de las esquinas de la alameda de Hércules, de cuyo nombre no quiero acordarme, donde para desgracia de Kane, no hacían hamburguesas, y para desgracia del resto parece ser que solo hacían una especie de nouvelle cuisine, con lo cual nos fuimos de allí con mas hambre que el perro un ciego, unos a su albergue y yo para el hotel…  


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